- Representantes de empresas y entidades públicas presentaron en CONAMA 2024 más de una decena de proyectos de descarbonización vinculados al sector energético y del agua que incorporan criterios de circularidad.
- “Tenemos soluciones innovadoras y de éxito para combatir el cambio climático”, coincidieron los ponentes sobre las iniciativas que ya están en marcha.
Madrid, 2 de diciembre de 2024.- Representantes de empresas, organizaciones y entidades públicas han expuesto muy diversos casos de éxito de la transición energética y ecológica en España en la sesión titulada “Experiencias en materia de energía, agua y circularidad” en la que de las disertaciones teóricas sobre la urgente necesidad de descarbonizar las economías se ha pasado a la presentación de proyectos y experiencias que funcionan en esta materia.
La primera de las mesas abarcó proyectos que aportan soluciones energéticas. El ingeniero químico Jorge Romero Polanco, explicó de qué se trata “Life Hydrogas”, un plan de recuperación de gases residuales de la industria del reciclaje de aluminio secundario que funciona en Valladolid. Las escorias salinas generadas por la fundición de aluminio secundario suponen un residuo peligroso que, por normativa ambiental, no puede ser arrojado a vertederos. Actualmente, sólo hay diez plantas disponibles en toda Europa para tratar estos residuos.
El objetivo de este proyecto, coordinado por Befesa, pasa por construir una planta de gases residuales para recuperar hidrógeno y generar energía por medio de la generación a vapor en calderas industriales. “El principal impacto es el de poder reducir la huella de carbono en el tratamiento de escorias salinas. Estamos hablando de 1,7 millones de metros cúbicos de gas natural al año sustituidos por hidrógeno”, subrayó Romero.
En cinco años, cuando el proyecto esté finalizado, la reducción de consumo de combustibles fósiles será del 36% y el ahorro energético equivaldrá al consumo de 50 mil hogares. “Queremos sentar precedentes para futuros desarrollos, para replicar este proyecto en plantas de Alemania y Polonia. Queremos transformar el sector”, resumió.
En su turno, José Ignacio Domínguez Carrero, responsable de Desarrollo de Negocio en el área de Energía de la Fundación CIDAUT, brindó detalles del proyecto “AIHRE”, que busca impulsar la cadena de valor del hidrógeno renovable en España y Portugal. ¿Cómo? A través de una “red empresarial y tecnológica”. “Una red internacional de cooperación”, en palabras del ponente. El proyecto conecta a todas las partes involucradas en el mercado del hidrógeno verde: las administraciones, el tejido industrial, las universidades y los usuarios. “Esta red es clave para poder implementar toda la cadena de valor del hidrógeno renovable”, explicó Domínguez.
En la sintonía de iniciativas para descarbonizar el sector industrial, Alessandro Carmona Martínez, Investigador y Responsable de Proyectos del Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos (CIRCE), contó los avances de un proyecto que busca convertir CO2 en biocombustibles. “El 30% de las emisiones vienen de la industria intensiva. Urge por tanto descarbonizar actividades como el cemento, acero, productos químicos y aluminio”, detalló. La prueba piloto se está llevando adelante en Bélgica con muy buenos resultados. “Con este ejemplo pionero estamos demostrando a nivel industrial que podemos capturar parcialmente el CO2 y convertirlo en combustible líquido destinado al sector del transporte«, celebró el investigador.
La primera mesa se cerró con detalles de un exitoso proyecto de aumento de rendimiento de plantas de energía solar, de la empresa Fotocan, y los resultados del plan de maximización de aprovechamiento energético de los subproductos agroalimentarios, a cargo de la firma Gabinete de Iniciativas Europeas, con sede en Sevilla.
Sobre la primera experiencia, Pedro Luis Del Real Hernández, director del proyecto, narró cómo la aplicación de nanopartículas de sílice fundido y dióxido de titanio sobre las placas fotovoltaicas aumenta la producción y disminuye los costes de mantenimiento. En una planta de Tenerife, esta “limpieza” ha generado un incremento energético del 2% en el primer mes con una proyección del 9% en un lapso de 12 meses.
Respecto al aprovechamiento energético de productos agrícolas, Lorenzo Chacón Ladrón de Guevera, Consultor Medio Ambiente de Gabinete de Iniciativas Europeas, comentó que el proyecto se centra en los procesos de digestión anaerobia para obtener ácidos grasos de cadena corta (AGCCs), como fuente de carbono en el desarrollo de medios de cultivo sostenibles o conservantes en formulaciones fitosanitarias. “En resumen, buscamos transformar los residuos agroalimentarios en biogás para que pueda ser utilizado tanto la industria como los hogares”, sintetizó el experto.
Comunidades energéticas: descentralización y democracia participativa
La segunda mesa de la ponencia se centró en distintos proyectos de comunidades energéticas, con ejemplos -algunos en marcha y otros en etapa de planificación- de colaboración vecinal y autoconsumo colectivo. Carlos Pesqué Castillo, Responsable de Comunidades Energéticas ECODES, habló de una iniciativa impulsada por diversas entidades sociales que trabajan en el barrio Oliver de Zaragoza, uno de los barrios más estigmatizados y con tasas más altas de riesgo de exclusión.
La particularidad del proyecto es que la instalación de autoconsumo se colocó en el tejado de una parroquia. Un total de 72 paneles brindan energía a 52 hogares y cinco entidades sociales del barrio. “En menos de un año hemos logrado un sentimiento de orgullo para el barrio, un espacio abierto, inclusivo y no estigmatizante para combatir la pobreza energética”, contó Pesqué.
El siguiente ponente, Pedro Antonio Fuentes Sánchez, CEO-Fundador Másinteligencia, narró la experiencia de Ballesteros Genera, un innovador proyecto de Mercado Local de la Energía (MLE) basado en una microrred eléctrica inteligente que integra instalaciones fotovoltaicas y un avanzado sistema de almacenamiento energético.
La novedad de esta comunidad energética es que tiene una “inversión cero” para los vecinos y se amortiza gracias al ahorro generado en la facturación eléctrica. “La microrred monitoriza en tiempo real todos los flujos de generación, reparto y consumo, optimizando la energía y la flexibilidad de la demanda mediante algoritmos de inteligencia artificial que aplican criterios técnicos y económicos”, explicó su responsable.
Esta comunidad suministra energía 100% de origen renovable para cubrir la totalidad de la demanda, las 24 horas, los 7 días de la semana, de más de 30 puntos de suministro propiedad de vecinos y comercios locales. “Hemos tomado partido organizando la soberanía energética a través de un activismo corporativo«, subrayó el empresario.
Las últimas experiencias llegaron del municipio de Algine, Valencia, y de varios ayuntamientos de Galicia. Alma Solar Calatayud, Senior project manager de la primera cooperativa, brindó un panorama de la evolución de una comunidad energética nacida en 1930 por la decisión de sus pobladores de invertir para repartir la energía. En la actualidad, esta red cuenta con 1.300 socios y, además de la distribución, genera su propia energía renovable.
Por último, Xavier Simón Fernández Catedrático de la Universidad de Vigo y director del Observatorio Eólico de Galicia, explicó las dificultades y los obstáculos que surgieron al intentar impulsar comunidades energéticas en 22 ayuntamientos de Galicia. “El proyecto avanza sólo en siete ayuntamientos, pero nos hemos chocado con varias piedras. Debilidad en la participación ciudadana, resistencia al cambio, burocracia y falta de agilidad administrativa y de financiación. Es importante también hablar de los obstáculos”, concluyó.
El estrecho nexo entre agua y energía
La actividad se cerró con experiencias y soluciones sobre la gestión de recursos hídricos y energéticos para maximizar su eficiencia y sostenibilidad. En Murcia, por ejemplo, funciona un proyecto de digitalización del manejo eficiente de la “fertirrigación” -el aporte a los suelos mediante el agua de riego- que busca alcanzar una agricultura más sostenible.
La ponencia estuvo a cargo de Alejandro Pérez-Pastor, Catedrático de la Universidad Politécnica de Cartagena, quien aseguró que se está “haciendo todo lo posible para que la agricultura tenga el menor impacto posible”. La obtención de “mil millones de datos en 16 parcelas analizadas” gracias a sensores montados en drones y satélites permite ahorrar agua a los agricultores de tres cuencas hidrográficas, Guadiana, Júcar y Segura.
Esta mesa contó también con dos experiencias de gestión municipal del agua. Eva Mena Gil, Responsable de Innovación y de Laboratorios Empresa Municipal de Aguas y Saneamiento de Murcia, y Arantxa Gamón Company Responsable Sistema Telecontrol Valencia de Global Omnium, narraron los proyectos que están permitiendo ganar eficiencia en todo el sistema. El proyecto LIFE WARRIOR, en Murcia, implementa un tren de tratamiento innovador para la regeneración de agua destinada al riego agrícola. “Hemos mejorado la calidad del agua regenerada. Es un modelo replicable para otras regiones afectadas por el estrés hídrico”, explicó Mena Gil.
En el segundo caso, la empresa de Valencia está realizando un cambio en el modelo de regulación de presiones en sus sistemas, con iniciativas, actividades y proyectos de eficiencia energética con el objetivo de generar energía eléctrica a través de turbinación, sustituyendo válvulas de regulación hidráulica por turbinas, equipos de telecontrol y automatización de procesos de turbinado y regulación de presiones.
La actividad culminó con otros dos casos de éxitos: el proyecto LIFE Renaturwat (Valencia), de aguas residuales regeneradas de elevada calidad fisicoquímica y biológica mediante el empleo de humedales artificiales, y BIOVO Producción (Barcelona), de inyección en red de biometano a partir de aguas residuales y residuos urbanos.