La economía circular está llamada a protagonizar el nuevo periodo que se abre en Europa tras la reciente puesta en marcha de la nueva Comisión Europea. Para ello, será fundamental articular dicha apuesta por la circularidad con el desarrollo de una industria europea cada vez más competitiva. Esta es la principal conclusión de la sesión técnica titulada “Estrategias públicas en economía circular: ¿cómo avanzar después de 10 años de políticas europeas de economía circular” que ha acogido esta mañana CONAMA.
La primera parte de la mesa ha estado dedicada, precisamente, a la cooperación entre diferentes ministerios. En ella han participado Alejandro Dorado, Comisionado de Economía Circular del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico; Alberto Ruiz, Vocal Asesor del Ministerio de Industria y Turismo; Víctor Ausín, Director General de Política Económica del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa; Cristina Rivero, Directora del Departamento de Industria, Energía, Medio Ambiente y Clima de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), y Aleida Alcalde, directora del gabinete de la Secretaría de Digitalización e Inteligencia Artificial (Sedia) del Ministerio de Transformación Digital y de la Fundación Pública.
Mientras que la moderación de la mesa ha corrido a cargo de Josep Maria Tost, profesional independiente y experto en economía circular. Durante su presentación, Tost ha destacado los insuficientes avances en el camino de la circularidad a nivel europeo en estos primeros diez años de apuesta comunitaria. De hecho, en 2023, “la tasa de circularidad en la UE fue tan solo del 11,8%, tan solo 3,6 puntos más que en 2004”.
Para avanzar más en este camino, serán necesarios incentivos, mecanismos de apoyo para la transición en sectores económicos, proteger los recursos naturales y “copiar a los que hacen otras cosas”, según el experto.
Todo ello en un contexto internacional cada vez más complejo que ha sido analizado durante su intervención por Pablo Rupérez, Director de Asuntos Europeos de Llorente y Cuenca (LLyc), Si durante la pasada legislatura europea, el eje de actuación comunitaria giraba en torno al Pacto Verde Europeo, en este nuevo tiempo que se abre tras las elecciones europeas de junio y la aprobación de la segunda Comisión Europea encabezada por Ursula von der Leyen, las prioridades serán, principalmente, “seguridad y competitividad”.
“Nadie quiere eliminar el Pacto Verde Europeo, pero sí hay intención de acompasarlo con la competitividad”, ha asegurado Ruipérez, que apunta a la pérdida de pujanza de las grandes empresas europeas en un clima internacional cada vez más complejo, marcado por el anuncio del presidente electo Trump de promover el proteccionismo en EEUU, así como el nuevo escenario de pugna comercial con China.
El gobierno es consciente de esta necesidad de combinar competitividad y sostenibilidad, ha asegurado Alejandro Dorado Comisionado de Economía Circular del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Dorado ha puesto como ejemplo el PERTE de economía circular, que significa “poner 500 millones de euros al servicio de las empresas” a fin de ayudar a esa necesaria “transformación del tejido productivo”. Dorado también ha recordado que la economía circular “es fuente de creación de empleo”
En el mismo sentido se han expresado Alberto Ruiz, Vocal Asesor del Ministerio de Industria, cartera que lleva años trabajando desde el convencimiento de que “la economía circular es un eje no solo para la sostenibilidad, sino también para la competitividad de la industria”; así como Víctor Ausín, Director General de Política Económica del Ministerio de Economía, que por su parte ha afirmado que las tres R de la economía circular –reducción, reutilización y reciclaje- “acaban impulsando la productividad, ya que nos permiten producir más con menos, ser más productivas como empresas y generar empleo de calidad”.
Por su parte, Cristina Rivero Fernández, Directora del Departamento de Industria, Energía, Medio Ambiente y Clima de la CEOE, ha destacado que la economía circular supone un importante impulso de la colaboración público-privada, al cambiar “la forma en la que se produce dicha colaboración entre sectores”. Convirtiéndose en una auténtica “palanca para la transformación”.
Inteligencia artificial y economía circular
Otro tema de especial relevancia que se ha abordado durante la sesión técnica fue el papel que puede cumplir la inteligencia artificial para el fomento de la circularidad. En este sentido, Aleida Alcalde ha explicado que la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial contempla que “la inteligencia artificial puede ser una gran aliado para favorecer la economía circular, por ejemplo mediante la planificación de los recursos para evitar la sobreproducción, o en los procesos de reciclado mediante el uso de drones para un mejor reciclaje de los distintos materiales”.
Alcaide ha reconocido que el desarrollo de la IA también entraña importantes desafíos, derivados del importante consumo de energía y agua. “Una consulta a chatGPT implica un consumo de agua de una botella de medio litro”, ha puesto como ejemplo. Para reducir dichos impactos, el gobierno ha puesto en marcha un Programa Nacional de Algoritmos Verdes.