El Congreso Nacional del Medio Ambiente (CONAMA 2024) ha puesto de manifiesto la relevancia del ecodiseño como una herramienta imprescindible para responder a las exigencias del recién implementado Reglamento de Ecodiseño de Productos Sostenibles (REPS). Esta normativa, vigente desde julio de este año, amplía su alcance a sectores como el textil o el de la cosmética, e introduce nuevos requisitos que buscan transformar los patrones de fabricación y consumo en Europa hacia un modelo más sostenible y circular.
Durante la sesión técnica «Ecodiseño estratégico en nuevos contextos regulatorios«, coorganizada por Monnou Estudio, se analizaron las implicaciones de este reglamento para empresas y consumidoras. Un nuevo marco normativo que amplía las exigencias más allá de la eficiencia energética para abarcar la totalidad del ciclo de vida de los productos, y también de los servicios.
Pedro Sáez Martínez, cofundador de Monnou Estudio, destacó que el ecodiseño ya no se limita solo al producto, sino que también debe incorporar modelos de negocio basados en servicios como la reparación, el mantenimiento y la reutilización: “Tradicionalmente el diseño, y especialmente el diseño con criterios ecológicos, se ha centrado en el producto y cada vez hay más conciencia de que va mucho más allá”. El diseñador hizo hincapié en la necesidad de trascender la materialidad y abarcar servicios y modelos empresariales estratégicos.
Por su parte, Marta González de Herrero, consultora en Derecho Ambiental en LURNOVA, explicó que este reglamento pretende “hacer de los productos sostenibles la norma en Europa”, estableciendo un marco normativo unificado que impulse la sostenibilidad como requisito básico en sectores clave como el textil o el de cosmética, entre otros.
Nuevas obligaciones y perspectivas del reglamento
El REPS introduce el pasaporte digital de producto (PDP), una herramienta clave para garantizar la trazabilidad y la transparencia de la información ambiental. Este documento permitirá a consumidoras y empresas acceder a datos sobre durabilidad, reciclabilidad y huella de carbono. Además, la normativa prevé medidas como la prohibición de destruir productos no vendidos y exige a grandes y medianas empresas divulgar información sobre el descarte de sus productos y las acciones emprendidas para evitarlo.
Ante los nuevos retos que supondrá la implantación de este nuevo Reglamento, Sara Aguado Saiz, de Ihobe, destacó que «herramientas gratuitas como calculadoras de huella de carbono o manuales de ecodiseño pueden ser esenciales para apoyar a las PYMES en esta transición«. Y añade la necesidad de contar con personal formado en ecodiseño y en la inclusión transversal de estos temas en toda la estrategia empresarial. “También puede ser muy interesante acercarse a clusters y empresas del mismo sector y trabajar estos temas en colaboración. Y por supuesto, fijarse en casos de éxito existentes en otros países”.
Precisamente en esta necesidad formativa ha profundizado Aitor Aragón Basabe, responsable de sostenibilidad en la construcción en la Asociación Española de Normalización (UNE). “Me gustaría destacar también que es un proceso que va a llevar bastante tiempo. Antes de tomar cualquier decisión recomiendo calma y formarse bien”.
El papel de la digitalización
El nuevo reglamento también aborda la digitalización de la economía y su impacto ambiental. En este sentido, Juan Carlos Alonso, de 23 de Setembre, advirtió sobre el consumo energético creciente de los centros de datos y la necesidad de regulaciones más estrictas para minimizar su impacto. “La digitalización es un medio para conseguir unos objetivos y no un fin. Puede ayudarnos a monitorizar servicios pero debemos ser conscientes del impacto ambiental y de los riesgos que conlleva, como volver a promover energías que ya habíamos superado, como es la nuclear, con la excusa de la descarbonización”.
Aloia López Ferro, abogada de Terraqui, subrayó que “la normativa tiene que avanzar y tener en cuenta el impacto de los servicios digitales. Pero debemos tener en cuenta también que la nube permitirá a las autoridades tener acceso y control a toda la información y eso es muy positivo”.
Próximos pasos
El Reglamento de Ecodiseño contempla la adopción del primer Plan de Trabajo en abril de 2025, con actos delegados sobre transparencia y gestión de residuos previstos para 2026. Mientras tanto, las expertas recomiendan a las empresas anticiparse, ordenando y digitalizando la información sobre sus productos para estar preparadas cuando el Pasaporte Digital del Producto sea obligatorio.
La sesión concluyó con un mensaje unánime: el ecodiseño no es solo una tendencia, sino una herramienta esencial para la transición hacia una economía más verde y resiliente en todo el ciclo de vida de los productos y servicios. O, en palabras del cofundador de Monnou Estudio Pedro Sáez, “conforme la sociedad se va complejizando los problemas también y el diseño debe hacer frente a ello y encontrar nuevas fórmulas”.
